Descripción
La calidad del aire es un tema crucial para la salud humana, especialmente en las grandes ciudades donde la concentración de contaminantes como PM10 y PM2.5 es alta. Estas partículas finas pueden penetrar en las vías respiratorias, causar enfermedades cardiovasculares, infecciones oculares y alergias cutáneas. La contaminación atmosférica, provocada por actividades humanas como la combustión de combustibles fósiles, el tráfico vehicular y las fábricas, es un problema grave que afecta la salud de millones de personas.
Estudios recientes, como el de González y Pannia en Buenos Aires, han demostrado una relación entre la contaminación del aire y el aumento de consultas por Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) en niños menores de 2 años. Además, se ha encontrado una asociación significativa entre la contaminación ambiental y el cáncer de pulmón, con aproximadamente el 36% de las muertes por esta enfermedad atribuibles a la calidad del aire.
Las emisiones del transporte terrestre, incluyendo partículas ultrafinas y carbono negro, contribuyen al deterioro de la calidad del aire y están vinculadas a problemas de salud pública. La contaminación del aire también se ha relacionado con una mayor mortalidad por COVID-19, aunque se requiere más investigación para entender completamente esta relación.
Niños y adultos mayores son vulnerables a la contaminación del aire, que puede afectar su función pulmonar y aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias y circulatorias. La investigación en áreas urbanas como el Valle de Aburrá en Colombia ha identificado una correlación entre los niveles de contaminación atmosférica y el aumento de casos de enfermedades respiratorias y circulatorias.
Clasificación del trabajo de investigación | Artículo de revisión sistemática |
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